Pleno fulgor gastronómico
La capital se encuentra en pleno fulgor gastronómico y las propuestas de los restaurantes buscan, cada vez más, una innovación que marque la diferencia. Pasamos de lo castizo de toda la vida a conceptos internacionales y, en muchas ocasiones, ambos se unen para crear fusiones de lo más curiosas en sus cartas. Cada uno de ellos cuenta una historia que habla a través del sabor plasmado en sus platos. Son pocos los restaurantes que pueden presumir de ello. Bravissimo es uno de ellos y su concepto culinario es capaz de dejarnos sin palabras. Con esencia italiana e influencias internacionales.
Pintor Rosales
Ubicado en Pintor Rosales, este íntimo rincón se ha convertido en el sitio de reunión para aquellos que quieren disfrutar de un momento único en buena compañía, que se acompañe de un concepto culinario a gusto de todos. Lo podríamos definir como el espacio perfecto que contribuye a crear recuerdos. Con esencia italiana e influencias internacionales.
Bravissimo
Cada restaurante tiene una esencia detrás y para impregnarse del concepto de Bravissimo, primero hay que conocer a Lapo, la persona que le dio vida. Nacido en Italia, su infancia la pasó entre las mujeres de su casa y los fogones del pequeño restaurante que tenía su tía. Mientras ellas cocinaban, él observaba con admiración lo que sucedía en las mesas. Los clientes jugaban a las cartas o simplemente conversaban, rodeados de las clásicas recetas de su familia, vistiendo un momento que respiraba a hogar.
Embajada culinaria internacional
Por esa época, la fusión de diferentes cocinas no era muy común, pero sobre sus fogones los sabores se comenzaban a mezclar. Su tío era un amante de los viajes y Argentina era su destino recurrente, lo cual tiene sentido, ya que por esa época ambas culturas gastronómicas se aspiraban y bebían una de la otra. Después vino Latinoamérica, Europa, Asia, etc., y con cada nuevo destino, incorporaban un ápice de sabor. Sin darse cuenta, Lapo vivió cómo este restaurante familiar se convirtió en la mejor embajada culinaria internacional. Con esencia italiana e influencias internacionales.
Variedad de su carta
Todo esto fue algo que marcó a Lapo y, por eso, decidió construir el concepto de Bravissimo, un restaurante que hiciese un homenaje a un linaje de mujeres gastrónomas, bajo ese saber hacer culinario de carácter internacional que vivió en su infancia. La variedad de su carta propone combinaciones cuya base es la cultura culinaria italiana, pero evolucionada a un nivel que busca más allá de lo que conocemos. Desde unas castizas croquetas con curry masala, que nos trasladan a La India, o sus callos no tan a la madrileña con níscalos y base napolitana.
Aunque el ambiente que presente su interior inspire a ese lujo italiano, otro de los conceptos que le gusta mantener al restaurante es la accesibilidad y, por ello, tienen un menú que se ofrece de forma diaria por 20 euros, además de los de grupo que son 40 por persona. Con esencia italiana e influencias internacionales.
Personalidad propia
Lapo quería dar una personalidad propia al restaurante y, al igual que existen diferentes influencias de gastronomías de todo el mundo, también quería que eso se conjugara con otra de sus pasiones, el arte. Obras que llevan la firma de reconocidos nombres como Andrés Mejías, Manu González y Arilio Infante se encuentran con murales de Frida Kahlo y Lola Flores. “Queríamos que Bravissimo fuera un sitio donde la gente viniera no solo a comer, sino a vivir una historia. Que al sentarse a la mesa sintieran que estaban en un viaje, que recordaran sus propias experiencias y que, al salir, se llevaran un pedacito de esta aventura con ellos”, explica Lapo. En definitiva, Bravissimo no sólo es una historia familiar, es algo más. Es un viaje por el mundo a través del paladar.